Nota publicada en el boletín de la Asociación de Fomento por Mercedes Asaad - Beatriz Heber
Bailarín y coreógrafo de tango nació el 31 de mayo de 1931 en la casa de sus abuelos en el barrio porteño de Mataderos, y desde hace cuarenta años él, su mujer Miriam y luego sus hijas Geraldine y Johana son nuestros vecinos.
Pronto cumplirá sus 80 años en Villa Sarmiento, su barrio, nuestro barrio. De su trayectoria artística podemos llenar páginas enteras. Premios internacionales y la emoción suprema de verlo “milonguear” forman una parte importante del fenómeno que ha llevado a nuestro país a volver a enamorarse del tango, sensual música ciudadana que se baila de a dos y con mucha pasión.
En palabras de J.C. Copes: “Es la única danza que permite imaginación y creatividad para formar, en tres minutos, una historia de amor, de odio. Pero son tres minutos que, si hay una cierta relación cuerpo a cuerpo, hacen olvidar cualquier problema".
El sigue bailando y emocionando pero también es “un vecino más, muy respetuoso y sin ningún aire de estrella” como nos cuenta Javier, su diariero, y nos comparte la emoción que le produjo verlo en un documental, bailando para la reina.Para quien nos deslumbró con la mítica coreografía de Tango Argentino, y vive en nuestra querida Villa Sarmiento nuestro reconocimiento
Bailarín y coreógrafo de tango nació el 31 de mayo de 1931 en la casa de sus abuelos en el barrio porteño de Mataderos, y desde hace cuarenta años él, su mujer Miriam y luego sus hijas Geraldine y Johana son nuestros vecinos.
Pronto cumplirá sus 80 años en Villa Sarmiento, su barrio, nuestro barrio. De su trayectoria artística podemos llenar páginas enteras. Premios internacionales y la emoción suprema de verlo “milonguear” forman una parte importante del fenómeno que ha llevado a nuestro país a volver a enamorarse del tango, sensual música ciudadana que se baila de a dos y con mucha pasión.
En palabras de J.C. Copes: “Es la única danza que permite imaginación y creatividad para formar, en tres minutos, una historia de amor, de odio. Pero son tres minutos que, si hay una cierta relación cuerpo a cuerpo, hacen olvidar cualquier problema".
El sigue bailando y emocionando pero también es “un vecino más, muy respetuoso y sin ningún aire de estrella” como nos cuenta Javier, su diariero, y nos comparte la emoción que le produjo verlo en un documental, bailando para la reina.Para quien nos deslumbró con la mítica coreografía de Tango Argentino, y vive en nuestra querida Villa Sarmiento nuestro reconocimiento
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