Fuente: El Diario de Morón
Fue hermoso, lástima que el sábado llovió y tuvimos que volar antes de lo previsto y por eso queremos hacer otra y continuar el fin de semana del 16 y 17 de diciembre. Muchísima gente, aparte este año se inauguraron tres murales que hicieron los chicos. Uno de los objetivos de nuestra feria es que el chico compita con sus productos con los artesanos convencionales que también participan. Se vende mucho y tenemos la respuesta del artesano que felicita a los chicos y es un buen orgullo, la comunidad compra el mejor producto y no es que pobrecitos vamos a comprarles, los productos son excelentes y de primer nivel. Muchas veces no creen que lo hacen los chicos, son los preconceptos.
¿Qué destacaría?
Me sorprenden siempre los logros, uno tiene la cotidianeidad, pero cuando está todo expuesto, que uno ve todo junto lo que hicieron durante el año, más allá que hace 30 años que lo veo, no deja de sorprenderme la calidad que logran y sobre todo que no es solamente la feria de tecnología, hay una exposición de arte donde los chicos pintan. La producción de arte es increíble, chicos que tal vez no han podido llegar a una alfabetización convencional y logran desde lo artístico cosas fabulosas y aquel que ve ese producto jamás va a decir que es de un alumno de educación especial. Tenemos un coro, estuvieron en el Colón y la semana pasada en el Cervantes, también trabajamos con expresión corporal en lo que llamamos el área del movimiento y hacen unas cosas espectaculares.
¿Cómo ve la integración con la comunidad?
Ha mejorado muchísimo, es muy notoria la apertura. Hace años teníamos que pelearnos. Cuando existía el correo y enseñábamos a los chicos a mandar una carta con una estampilla (esto es de la época del dinosaurio), nos enojábamos porque no nos lo permitían, íbamos con un grupo, cada uno con su monedita y compraba su estampilla porque queríamos que aprendan a manejar el dinero y no nos dejaban. Estas cosas están todavía porque la discriminación es algo que atraviesa mucho la instancia social, pero realmente tenemos muchas más posibilidades.
¿Cuáles son las dificultades y lo gratificante de tu tarea?
Es muy trabajoso coordinar tantos profesionales pero a su vez es maravilloso. Dificultoso por el hecho que somos ciento y pico de adultos, pero a su vez surge una idea y tenés el técnico de electricidad, la persona de carpintería, el herrero, cada uno aporta algo. Deliramos mucho en todo lo que hacemos y lo terminamos viendo, resulta que lo que se proyectó que parecía un sueño imposible se logra por la participación de todos. Con lo que es la formación pedagógica tal vez lo más dificultoso es cuando uno se da cuenta el avance que tuvo el chico desarrollando todas sus potencialidades, pero muchas veces no alcanza a la familia, una cosa es el hijo real y otra cosa es el hijo deseado. No se da siempre así, hay familias que te dicen no pensé nunca lo que lograron. Lo más comprometido es la contención familiar y la aceptación de que más allá de las dificultades madurativas nuestros alumnos pasan por todas las etapas que pasa cualquier chico. Por otra parte esta tarea me dio muchísimas satisfacciones, generalmente te dicen que como trabajamos en educación especial nos merecemos el cielo, como que uno da mucho más, y en realidad te puedo asegurar que recibimos muchísimo.
“El desafío de las escuelas es tener en cuenta otro tipo de formación, consideramos que lo artístico es movilizador y si fuera trabajado de otra forma habría mucha menos violencia en la sociedad”, enfatiza Virginia Fernández, Directora General y fundadora del Instituto Nuevo Día.
Por Melisa Martín
El colegio de educación especial cumple 30 años y el Centro de Formación Integral para Adolescentes, Jóvenes y Adultos 10 años. El fin de semana pasado desde el Centro realizaron la edición N°12 de la Expo Feria de producción artística, técnica y artesanal en las cercanías de la institución, Avellaneda 135, Ramos Mejía, donde se expusieron y comercializaron los diversos productos elaborados por alumnos y otros participantes.
En entrevista para El Diario, Virginia habló del crecimiento paulatino de Nuevo Día, las dificultades y gratificaciones que implican su labor, y la experiencia de la Expo Feria 2011.
¿Cómo se inició la propuesta educativa de Nuevo Día?
El colegio creció como crecieron los chicos, comenzamos con el nivel inicial en marzo de 1981, que llamábamos jardín de infantes terapéutico. El primer año fue en la calle Terrada en San Justo, el segundo nos mudamos a Belgrano 314, en Ramos Mejía y desde allí continuamos creciendo. Cuando terminó el jardín los padres nos dijeron y ahora qué hacemos, porque era una propuesta diferente, prácticamente no había instituciones y así comenzamos la primaria. Siempre apuntamos a una población específica, a los chicos que tenían el fracaso en escuela común, pero que tenían que seguir trabajando la alfabetización, en el ‘81 se hablaba en términos del cociente intelectual, que eran fronterizos, en este momento la modalidad con que se inicia nuestra escuela es para niños y jóvenes con disminución en las funciones básicas del aprendizaje, chicos que tienen una variabilidad en el área intelectual, del lenguaje o en lo emocional. Estuvo la primaria, después se llamaba en educación especial posprimaria y luego defendimos muchísimo que tuvieran nueve años cuando fue el cambio del séptimo. Tenemos muchos chicos integrados en los distintos niveles, más de 40, pero esto de la integración es más nuevo, durante muchos años insistíamos integrar y no teníamos posibilidad.
¿Cómo hacen la integración?
Tenemos un departamento de integración que está coordinado por los directores de los niveles, con maestras de apoyo, asistentes educacionales, psicólogos. Una vez que nos damos cuenta que los chicos han podido nivelar sus posibilidades intelectuales y están más seguros, vuelven a la escuela convencional, pero les damos el apoyo desde lo pedagógico, las organizaciones de las evaluaciones. También tenemos chicos que no son de Nuevo Día y vienen de las escuelas comunes que piden proyectos de integración.
Es una escuela buscada, si bien estamos dentro de la modalidad de educación especial siempre le dimos muchísima importancia a la alfabetización y logramos que chicos con diagnósticos que se dejaba de lado la alfabetización hayan podido alfabetizarse con las limitaciones lógicas de sus posibilidades y maduración intelectual, pero hemos tenido muchas sorpresas agradables.
¿Qué etapas cubren actualmente?
Tenemos el nivel inicial, con tres salas, la primaria con la estructura de una escuela convencional y lo que es el Centro de Formación Integral laboral y profesional para jóvenes y adultos, donde los chicos tienen: talleres de marroquinería, herrería, mecánica automotriz, electricidad, carpintería, aprenden a manejar máquinas de coser y pueden hacer blanquería, sábanas, toallas, pintura sobre tela, hacen todo lo que es telar. En la feria que hacemos todos los años hay cantidad de productos, se abre el colegio, las chicas del taller de cocina venden infinidad de cosas, hay un show artístico abierto a la comunidad todo gratuito.
¿Cuál es el balance de la Expo Feria 2011?Fue hermoso, lástima que el sábado llovió y tuvimos que volar antes de lo previsto y por eso queremos hacer otra y continuar el fin de semana del 16 y 17 de diciembre. Muchísima gente, aparte este año se inauguraron tres murales que hicieron los chicos. Uno de los objetivos de nuestra feria es que el chico compita con sus productos con los artesanos convencionales que también participan. Se vende mucho y tenemos la respuesta del artesano que felicita a los chicos y es un buen orgullo, la comunidad compra el mejor producto y no es que pobrecitos vamos a comprarles, los productos son excelentes y de primer nivel. Muchas veces no creen que lo hacen los chicos, son los preconceptos.
¿Qué destacaría?
Me sorprenden siempre los logros, uno tiene la cotidianeidad, pero cuando está todo expuesto, que uno ve todo junto lo que hicieron durante el año, más allá que hace 30 años que lo veo, no deja de sorprenderme la calidad que logran y sobre todo que no es solamente la feria de tecnología, hay una exposición de arte donde los chicos pintan. La producción de arte es increíble, chicos que tal vez no han podido llegar a una alfabetización convencional y logran desde lo artístico cosas fabulosas y aquel que ve ese producto jamás va a decir que es de un alumno de educación especial. Tenemos un coro, estuvieron en el Colón y la semana pasada en el Cervantes, también trabajamos con expresión corporal en lo que llamamos el área del movimiento y hacen unas cosas espectaculares.
¿Cómo ve la integración con la comunidad?
Ha mejorado muchísimo, es muy notoria la apertura. Hace años teníamos que pelearnos. Cuando existía el correo y enseñábamos a los chicos a mandar una carta con una estampilla (esto es de la época del dinosaurio), nos enojábamos porque no nos lo permitían, íbamos con un grupo, cada uno con su monedita y compraba su estampilla porque queríamos que aprendan a manejar el dinero y no nos dejaban. Estas cosas están todavía porque la discriminación es algo que atraviesa mucho la instancia social, pero realmente tenemos muchas más posibilidades.
¿Cuáles son las dificultades y lo gratificante de tu tarea?
Es muy trabajoso coordinar tantos profesionales pero a su vez es maravilloso. Dificultoso por el hecho que somos ciento y pico de adultos, pero a su vez surge una idea y tenés el técnico de electricidad, la persona de carpintería, el herrero, cada uno aporta algo. Deliramos mucho en todo lo que hacemos y lo terminamos viendo, resulta que lo que se proyectó que parecía un sueño imposible se logra por la participación de todos. Con lo que es la formación pedagógica tal vez lo más dificultoso es cuando uno se da cuenta el avance que tuvo el chico desarrollando todas sus potencialidades, pero muchas veces no alcanza a la familia, una cosa es el hijo real y otra cosa es el hijo deseado. No se da siempre así, hay familias que te dicen no pensé nunca lo que lograron. Lo más comprometido es la contención familiar y la aceptación de que más allá de las dificultades madurativas nuestros alumnos pasan por todas las etapas que pasa cualquier chico. Por otra parte esta tarea me dio muchísimas satisfacciones, generalmente te dicen que como trabajamos en educación especial nos merecemos el cielo, como que uno da mucho más, y en realidad te puedo asegurar que recibimos muchísimo.
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