Una propuesta artística que demuestra que el escenario puede ser el punto de reunión para dejar de lado los prejuicios.
Cuando las luces se encienden y el telón se abre, más allá de darle paso a una mera expresión artística que se traduce en una historia teatralizada, de manera paralela, se da lugar a la reflexión a través de la integración. Esta premisa es mantenida por El Reju, el grupo de teatro de la escuela Portal del Sol de Tapiales y permite que actores discapacitados, alumnos y ex alumnos de la institución puedan aceptar el desafío de ponerse en la piel de otros arriba de un escenario.
Esta historia comenzó hace más de siete años con simples juegos de improvisación a través de talleres dramáticos y con actividades emparentadas con la música y las artes plásticas. El boca a boca fue uno de los factores principales para su crecimiento. Así, empezaron a sumarse integrantes ajenos a la escuela, y, de este modo, nació un particular “rejunte”.
En charla con El1, la directora del grupo, Gisela Amarillo, explicó que “los dos ejes centrales del trabajo son el teatro y la discapacidad y el teatro y la inclusión”, pero que, al ser dos disciplinas relativamente nuevas, todos los días, es un aprendizaje continuo, “por ello, la actividad se hace con la dedicación y la rigurosidad que merece”.
A través de su proyecto “Teatro Rodante”, han recorrido barrios de emergencia, escuelas y hospitales, acercando sus obras, entre las que se encuentran las piezas tragicómicas La fila, que gira en torno a las burocracias de las empresas, Al gran pueblo argentino, salud, que se desenvuelve en el Hospital Paroissien de La Matanza, y Vía y vuelta, que transcurre en el tren Sarmiento.
“Principalmente, lo primero que nos convoca es la alegría de actuar y el deseo de juntarnos, es por eso que el grupo tiene una lógica muy receptiva que hace que cada uno esté atento y hasta cuide el libreto del compañero”, explicó Amarillo.
Debido a su esfuerzo, en su última presentación en los Torneos Bonaerenses, El Reju obtuvo numerosos premios que van desde mejor actriz protagónica y mejor idea, hasta un reconocimiento a la dramaturgia y a la integración grupal.
Respecto al mensaje que sobrevuela en el escenario, la directora dijo: “No pretendemos dar una lección de vida, sino demostrar, a través de una propuesta no comercial, que se puede romper con la estructura de prejuicios sociales y artísticos”.
Próximas presentacionesEl 11 y 18 de noviembre con “El teatro y las transformaciones sociales”. Teatro El desguace, México y Colombres, Ciudad de Buenos Aires. A las 18.
Fuente: El1Digital
Esta historia comenzó hace más de siete años con simples juegos de improvisación a través de talleres dramáticos y con actividades emparentadas con la música y las artes plásticas. El boca a boca fue uno de los factores principales para su crecimiento. Así, empezaron a sumarse integrantes ajenos a la escuela, y, de este modo, nació un particular “rejunte”.
En charla con El1, la directora del grupo, Gisela Amarillo, explicó que “los dos ejes centrales del trabajo son el teatro y la discapacidad y el teatro y la inclusión”, pero que, al ser dos disciplinas relativamente nuevas, todos los días, es un aprendizaje continuo, “por ello, la actividad se hace con la dedicación y la rigurosidad que merece”.
A través de su proyecto “Teatro Rodante”, han recorrido barrios de emergencia, escuelas y hospitales, acercando sus obras, entre las que se encuentran las piezas tragicómicas La fila, que gira en torno a las burocracias de las empresas, Al gran pueblo argentino, salud, que se desenvuelve en el Hospital Paroissien de La Matanza, y Vía y vuelta, que transcurre en el tren Sarmiento.
“Principalmente, lo primero que nos convoca es la alegría de actuar y el deseo de juntarnos, es por eso que el grupo tiene una lógica muy receptiva que hace que cada uno esté atento y hasta cuide el libreto del compañero”, explicó Amarillo.
Debido a su esfuerzo, en su última presentación en los Torneos Bonaerenses, El Reju obtuvo numerosos premios que van desde mejor actriz protagónica y mejor idea, hasta un reconocimiento a la dramaturgia y a la integración grupal.
Respecto al mensaje que sobrevuela en el escenario, la directora dijo: “No pretendemos dar una lección de vida, sino demostrar, a través de una propuesta no comercial, que se puede romper con la estructura de prejuicios sociales y artísticos”.
Próximas presentacionesEl 11 y 18 de noviembre con “El teatro y las transformaciones sociales”. Teatro El desguace, México y Colombres, Ciudad de Buenos Aires. A las 18.
Fuente: El1Digital
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