Por Romina Lambert
Desde ayer hasta el viernes 21 de octubre todas las escuelas
de la provincia de Buenos Aires celebrarán la “Semana de la Donación de
Órganos”. Es una iniciativa conjunta de los ministerios de Salud y
Educación bonaerenses para concientizar a los chicos y a sus familias
sobre la necesidad de obtener más donantes.
Actualmente hay 92
menores de 6 a 18 años que se encuentran inscriptos y aguardan recibir
un órgano. Mientras que 126 chicos de la misma edad están en proceso de
inscripción, de acuerdo con las cifras del Centro Único Coordinador de
Ablación e Implante (Cucaiba) de la cartera sanitaria.
Estos
datos, más los 52 chicos que ya lograron ser trasplantados este año con
donantes cadavéricos, “dan cuenta de la importancia de profundizar el
compromiso social frente a esta temática, y una vez más la escuela
resulta ser una excelente aliada para abordar cuestiones de salud”,
expresó el ministro de Salud, Alejandro Collia.
Este
año se conmemora la décimo primera edición de la “Semana de la
Donación”, que fue incluida en el año 2000 en el Calendario Escolar de
la Dirección General de Cultura y Educación, en todos los niveles
educativos de la Provincia de Buenos Aires a través de la Resolución
6432/00.
“Sigamos
enseñando y aprendiendo sobre la donación de órganos”, es el lema que
lleva adelante la iniciativa que consiste en que hasta el viernes 21 de
octubre, los docentes aborden el tema en las aulas con el apoyo de
folletos y material informativo que fueron distribuidos por el Cucaiba.
Para
el titular de Cucaiba, Alberto Maceira, “la función pedagógica de la
escuela, los docentes y educadores consiste en guiar a los chicos hacia
fuentes de información especializadas que despejen las dudas, alejen los
temores y ayuden a tomar decisiones informadas respecto a esta
problemática”.
Asimismo,
el funcionario recordó que la donación de órganos es un acto voluntario
y solidario, por lo cual “el acceso universal al trasplante requiere de
una sociedad informada, concientizada y responsable de su rol frente a
esta necesidad, y en este sentido desde la escuela se llega no sólo a
los alumnos sino también al hogar de cada uno”.
Es
así como se logra que los chicos repliquen lo aprendido y comuniquen a
sus padres lo discutido en clase. Esto posibilita continuar la
conversación en el hogar, para luego llevar a la calle el mensaje
solidario de la donación, con la finalidad de incrementar el número de
donantes reales y así poder salvar vidas.
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