Fuente: Periódico La Vaca
En la entrada del Instituto Municipal de Arte Cinematográfico de
Avellaneda (IDAC) la bandera del Centro de Estudiantes en lucha decora
la reja. Una instalación artística informa como una premonición: “Toma 1
– Escena 5”.
A cuatro cuadras de allí, en la Plaza Alsina está comenzando un
Festival. No es un festival de cortos, no es un festival de fin de
curso, es un festival contra el cierre de una carrera llamada
Realización Cinematográfica. El Instituto de Arte Cinematográfico
pretende cerrar una carrera donde se aprende a hacer cine. ¿Estamos
todos locos? Por suerte los estudiantes de la carrera están más locos.
Hay bandas. Hay solidaridades de otros Institutos. Hay una performance
que termina con las siguientes palabras: “¡Viva la revuelta de nuestra
escuela!”. Hay ovaciones y lágrimas. El festival había sido planeado
unos pocos días antes pero hubo un ingrediente de último momento
agregado el día anterior.
Atrapar sueños y edificios
Cansados de las mentiras y las decisiones abruptas y autoritarias que
les transmitían las autoridades, la noche del lunes 21 de noviembre y
ante el peligro de que no los dejaran entrar más, los estudiantes
decidieron quedarse a cuidar el Instituto, a su carrera de Realización
Cinematográfica y a la realización de los sueños de sus vidas. Sin
planteos teóricos se lanzaron en la práctica, a la toma del edificio y a
la toma del destino en sus manos.
El IDAC no es una institución educativa en la cual uno va caminando
por la calle y se anota porque no sabe qué estudiar, o para ver “qué
onda” mientras se decide qué hacer en la vida. Allí eligen formarse
habitantes de distintos puntos del planeta tierra: del interior del
país, de Latinoamérica y también de Europa. El IDAC es un patrimonio
cultural de todos. La toma del edificio es una declaración sobre qué
cosas hay que defender.
Deci$ione$
Fernanda Chaín, “Feña”, 21 años, chilena, cuenta por qué hacen el
festival: “Queremos informar a la comunidad de Avellaneda lo que está
pasando en el IDAC, el intento de reemplazar la carrera de arte
cinematográfico por la de técnico en televisión, argumentando que otorga
título oficial pero en realidad la Municipalidad de Avellaneda quiere
pasar el IDAC a la órbita de la Provincia de Buenos Aires. El problema
es que nos ofrecen un plan de estudios con contenidos mínimos. Nosotros
sabemos que podemos tener las dos cosas pero nuestro Rector interino
Raúl Tosso y las autoridades políticas prefieren imponernos un plan en
lugar de adaptar los planes de Provincia a nuestra necesidad.
Simplemente defendemos que no se nos cierre la carrera que tenemos
ahora. Quienes toman estas decisiones no tienen ni idea de cine, el
rector sabe pero se deja guiar por intereses económicos y políticos.
Está en juego nuestro futuro y queremos que se nos tenga en cuenta a la
hora de las decisiones.”
Lo que está en disputa, entre otras cosas, es una trayectoria de 40
años de formación artística. Continúa Feña “Me vine a estudiar al IDAC
porque no me parecía justo pagar dos lucas argentinas a una entidad
privada por una educación universitaria. Creo en la educación pública.
El título que otorga no es oficial, eso ya lo sabíamos y no importa
mucho. Lo que importa es la calidad de lo que te enseñan, la vocación de
los profesores, eso es lo que buscamos en el instituto. En otras
instituciones educativas se perdió el trato profesor-alumno que hay acá.
Eso me pareció increíble. La toma del edificio fue una medida de
extrema necesidad”
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